Bienvenido/a Nnavegante.
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martes, 24 de febrero de 2009

Algunos principios de ética BDSM


Oh, oh, oh... la ética. Ya es arriesgado hablar de reglas, normas, preceptos, y recomendaciones en un mundo en el cual la mayoría de practicantes parecen empeñados en hablar de 'mi BDSM' y no de un BDSM global, único, que nos equipara y nos une, como para encima hablar de la ética en el BDSM.
Pues Mistress Matisse se atrevió, y debe ser porque los yankis tienen ya mucha experiencia en debatir los asuntos bedesemeros y llegar a coherentes conclusiones. Quizá por eso no les asusta usar términos que en otros paises, pongamos por ejemplo España, levantan ampollas o, peor aún, provocan bostezos.

Y este texto no habla de éticas extrañas o imposibles de aceptar, ni habla de principios ampulosos o compara el bien con el mal. Simple y llanamente habla de Coherencia, Honor, Responsabilidad, Compromiso, Tolerancia y Sinceridad. ¿De qué trata cualquier relación humana si no es de eso?

Gracias a cosmic_girl (esa espacial/especial chica cósmica), que me dió el soplo de que Adrienne Parker había publicado el siguiente documento en su blog, os presento mi traducción. Y en esta ocasión el texto no está sujeto a los derechos de autor, dado que los ha cedido, pero no olvidemos que citar la fuente y respetar la firma es de imprescindible educación.

Este es:



(citando a Adrienne Parker)
Mistress Matisse publicó el siguiente texto en su página web el 9 de mayo del 2005. Lo publico en su totalidad. Los derechos de autor han sido cedidos, pero de manera condicionada. Posteo este artículo especialmente para todos aquellos interesados en comprender mejor los principios de la ética en el BDSM. También, algunos de estos principios, son aplicables a cualquier relación sin tintes de BDSM.


Algunos principios éticos en el BDSM
Los derechos de autor no existen para el siguiente documento, el cual puede ser publicado y difundido sin solicitar permiso previo, a condición de citar la fuente de origen y de nombrar a la autora del texto. Cualquiera puede adaptar y traducir el texto. Gracias a los innumerables participantes en la Mesa de Trabajo en la IX Conferencia Leather Leadership en Phoenix, Arizona, con los cuales se pudieron perfilar, corregir y redactar los siguientes Principios Éticos en el BDSM.
(esclavo David Stein, gorgik@aol.com, bajo la tutela de Master Steve. 20/4/05).

Excelencia en todo lo que se haga
En caso contrario ¿por qué molestarse? Siempre hay maneras más fáciles de hacer las cosas. Toda persona que esté bajo tu mando, o los que se presenten a someterse o servir, esperan tener buenas experiencias. ¿Significa esto que la humillación o la degradación no tiene cabida ética en el BDSM? Como herramientas de formación/entrenamiento sí; como fin en sí mismos no.

Ser honesto
No cuentes mentiras. No seas cómplice en las mentiras de los demás. No retengas información necesaria. Nunca prometas lo que no vas a cumplir. Comprende los roles y las fantasías de manera independiente, no pretendas ser quien no eres o lo que no eres. En la medida de lo posible conoce tus propios límites y que sean conocidos por tu compañero/a de juegos. Y, especialmente si eres sumiso/a o esclavo/a, no olvides que esos límites pueden ser más de los que supones o conoces.

No dañar
Dar o aceptar el dolor está bien. Las marcas corporales pueden estar bien, incluso las permanentes. Las incapacidades temporales pueden estar bien, si se exige un total restablecimiento. Incluso, para algunas personas, ayudar a otras a morir está bien. Pero causar daños permanentes que reduzcan la calidad de vida o incapaciten a alguien para su labor en la sociedad o laboralmente... no está bien. Si rompes tus juguetes nunca más podrás volver a jugar con ellos. Si desmoralizas a tu Dominante/Amo/a significa que cada vez menos personas querrán jugar contigo o poseerte.

Nunca infligir ni aceptar dolor sin motivo
Causar dolor de manera indiscriminada, sin sensatez, es lo típico en un matón o en un imbécil, y aceptar el dolor con la resignación de que es una de tantas cosas que tiene la vida es una mentalidad de víctima. El sadismo y la Dominación se basan en el control, y la dimensión ética exige el control en el comportamiento impulsivo del sádico o del Dominante. Pero lo mismo ocurre para las personas sumisas, que pueden inflingir mucho dolor a otras personas sin un sentido, sencillamente actuando primero y pensando después. Asimismo deben tener cuidado de no aceptar el dolor que no desean, sobre todo sin un contexto que hace que ese sobreesfuerzo a resistir sea significativo (por ejemplo sirviendo a un amado Dominante/Amo/a). El dolor en el BDSM debe ser una transacción deliberada, no un accidente o un subproducto.

Asumir la responsabilidad de evaluar y gestionar los riesgos propios
Ya sea el que cause el riesgo o no, la gestión del riesgo no es una exclusiva responsabilidad del Dominante/Amo/a. Todos los participantes deben ser informados acerca de los riesgos involucrados en cualquier tipo de escena, o práctica, en perspectiva y decidir si vale la pena la ejecución, así como la manera de reducir o eliminar riesgos innecesarios. Ser negligente o estúpido/a no es ser travieso/a, es simplemente ser negligente o estúpido.

No utilizar el BDSM para una terapia encubierta
No atrapes a un/a practicante de BDSM, por no hablar de uno/a de D/s, adjudicándote el rol de terapeuta. Una sesión de BDSM puede reflotar profundos problemas/traumas y tener un efecto terapéutico, pero a menos que se haya discutido esa posibilidad con la pareja de juegos procura mantener tu mierda fuera de la mazmorra. Lo mismo ocurre, doblemente, para una relación de D/s. Si bien todos debemos buscar la curación con independencia de qué necesitemos, ya sea a través del BDSM o no, nadie quiere sentir, después de todo, que estás usándole/a para exteriorizar tus problemas. Si tienes alguna zona emocional o psicológicamente muy sensible asegúrate de que tu compañero/a de juegos sabe qué hacer de antemano con ella, y que puede existir la confianza de que podrán ser evitados males mayores.

Todo el mundo debería sentirse bien cuando el juego ha terminado
Y esto no abarca únicamente a los 'cinco minutos de después'. Todo el mundo debería sentirse bien al día siguiente, la semana siguiente, el mes siguiente, y más. Cuanto más intensa fue la sesión más tiempo se debe monitorizar el efecto sensitivo que ha provocado. De manera ideal este debería ser el objetivo cuando una relación entre dos personas se rompe (esto es mucho más difícil de llevar a cabo, pero aún más importante).

Las personas traviesas siguen siendo personas
Incluso siendo mascotas o ponys, Amos/as o Dioses, esclavos/as o juguetes, nadie es invulnerable, insensible o indigno de la presunción del respeto.

'De manera correcta' es mejor que 'Ahora mismo'
La paciencia es esencial. Aprende a esperar el momento, la compañía adecuada, el momento de presentarse a sí mismo. No tengas miedo de decir: "Gracias, no", o "No ahora". Aprende a escuchar a tus tripas correctamente (no la parte que grita "dame de comer", pero sí esa parte que susurra: "No, algo anda mal aquí" o "Sí, esto es. !Adelante!")

Trata a los demás mejor que a ti mismo/a
No les niegues lo que frecuentemente te niegas a ti mismo/a. Trata a los demás de la manera en la que te tratarías si tuvieras tiempo para ello... o si no te sintieras tan culpable... o si no tuvieras tantas presiones... o si no tuvieras mayores prioridades... o si no fueras un masoquista oculto...

Termina lo que empieces
No tomes el control de una mente sumisa hasta que no sepas cómo devolverla cuando hayas terminado. No rompas a una persona sumisa o a un/a esclavo/a si no estás preparado/a para recomponerlo/a después. No inicies una formación/entrenamiento si no tienes la intención de completarlo pase lo que pase (excepto en casos de circunstancias escepcionales). No abandones un lugar atravesando la escena de otras personas (si debes irte debido a una provocación que no puede ser ignorada busca un lugar apartado y cálmate, entonces vuelve y termina). Si has aceptado un contrato de relación D/s o BDSM cumple con tu parte pactada, porque a pesar de que legalmente puedas evadirte de tu palabra dada vas a perder tu Honor y dignidad si lo haces. Advertencia: No aceptes un contrato de este tipo a menos que existan disposiciones para liberarte de tu compromiso de Honor si alguna de las partes encuentra la relación intolerable. Por honorable se entiende la debida responsabilidad aceptada, pero no hay vergüenza, no hay culpa, y no hay teatro. Ambas partes deberían poder separarse con una reputación limpia y sin animosidad hacia el otro.

No interfieras en la vida laboral o familiar de otras personas
A menos que alguien te invite expresamente a las partes de su vida que afectan a la familia o medio de sustento es preferible que los asumas como terreno intocable. Por lo tanto nada debería ocurrir durante una sesión que pueda poner en riesgo estas áreas, al menos sin contar con un consentimiento previo por adelantado y antes de que nada empiece. Por ejemplo: afeitar una cabeza o unas cejas, piercings, tatuajes, amedrentar a alguien con hacer circular información privada en su entorno laboral o familiar... Lo mismo hay que decir para las personas sumisas que tratan de inmiscuirse en los espacios privados de su Compañero de juegos, como por ejemplo usando un número de teléfono que sólo era para casos escepcionales, interactuando con sus colegas del trabajo o de su familia sin haber sido presentados, etc

No des nada por sentado
Depender de alguien, contar con alguien, apoyarse en alguien tanto como necesitemos y consideremos adecuado, pero nunca, nunca perder la conciencia de que su presencia en tu vida es un don y una gracia. No es un derecho, y ni siquiera es un quid pro quo. Esto es así ya seas sumiso/a, Dominante, Amo/a o switch. Tener un/a compañero/a de juegos, o más, para una escena o para una convivencia en común es un regalo de incalculable valor. No lo devalues dando cosas por sentado.

Respetar la diversidad
No todo el mundo se excita o pierde la líbido por las mismas cosas, o en el mismo grado, y eso está bien. No todo el mundo hace las cosas de la misma manera, y eso también está bien. Hay más de una forma para oscilar un flogger, para procesar el dolor, para realizar una momificación, para entrenar a un esclavo/a, para servir a una Mistress, para amedrentar a un drogadicto de la adrenalina a través de su piel, o para poner una gran sonrisa en la cara de un/a Dominante después de algo bien logrado. Alégrate de poder disfrutar tu manera de hacer las cosas, y no utilices tus logros y conocimientos para menospreciar a alguien que usa un camino distinto para alcanzar los mismos objetivos.
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viernes, 13 de febrero de 2009

Legislación española y BDSM


Consensuar, consensuar, consensuar... qué realmente difícil de entender es este precepto cuando muchos y muchas tienden a únicamente aplicarlo al incio de una relación, para justificar los abusos posteriores. Qué realmente difícil de valorar es este concepto cuando muchos y muchas desean una relación en la que sentirse forzados y humillados.

A los primeros el siguiente texto les hará comprender que no siempre el consentimiento de otra persona exime de culpa y responsabilidad, por lo tanto ojito con los excesos. A los segundos quizá les sirva para comprender hasta qué punto un Dominante realiza también un ejercicio de confianza ciega que puede dejarle en una situación legal muy comprometida.

Siento mucho no poder citar la fuente original de este documento, el cual presento actualizado y revisado:


La Dominación/sumisión y el BDSM en el marco de la Legislación Española

El Derecho supone la regulación de la convivencia de las personas en una sociedad determinada. Puede regular tanto comportamientos que tengan trascendencia pública como afectar también a la esfera privada.
En general la práctica de relaciones sexuales se encuentra dentro de la esfera privada de cada uno, sin embargo, estas han de ser completamente consentidas entre los practicantes de las mismas siento este consentimiento reunir una serie de requisitos para ser tenido como válido por el derecho y que este no entre a perseguir dichos comportamientos.
Uno de los principales problemas que nos encontramos es la falta de definiciones, tanto doctrinales como legales, en cuanto a que tipo de comportamientos se deben encuadrar dentro de las relaciones de BDSMS y en que consisten estos.
En la legislación española y, casi se podría asegurar, en la Jurisprudencia de nuestros Tribunales no hay una sola referencia directa a los términos dominación, sumisión, sado-masoquismo, tal y como nosotros los entendemos.
A continuación pasaremos a analizar comportamientos que suelen ser más o menos habituales en BDSM y que podrían enmarcarse en conductas que podrían tener perfecta repercusión en el ámbito del derecho penal.

Añadir que una acción puede ser causada por un comprotamiento activo (realizar efectivamente el daño) o por un comportamiento pasivo (permitir una situación en que puede ocasionarse el daño). Esta segunda opción (en la que se pena la simple omisión con independencia de la suerte que pueda correr la víctima desamparada) abarca dos tipos de delitos recogidos en el art. 195 del Código Penal (en adelante citado como C.P.) interpretados en relación con el art. 11 C.P.:
-Omisión simple del deber de socorro: el que no socorriere a otro que se hallare en peligro manifiesto y grave cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio o de terceros. Para que aquel que no actuó sea considerado culpable no hace falta que él mismo haya causado la situación de riesgo, basta con que sea consciente del riesgo para la integridad del sujeto pasivo y no haga nada para evitarlo (con sus propios medios, o demandando ayuda a la policía, a los servicios de urgencia, ...). Esta podría ser la situación de todos aquellos que observan una sesión.
-Comisión por omisión: aquel que omite la acción de auxilio ante un riesgo que él mismo ha creado. Una visita al hospital a tiempo puede evitar que unas determinadas lesiones se agraven.

Me parece interesante mencionar la figura del cooperador necesario: aquel sin cuya colaboración el delito hubiese sido más dificil de cometer al ser proveedor de bienes o servicios no habituales en el comercio o, en general, en la sociedad. Por ejemplo, aquel que presta instrumentos de tortura, una mazmorra, etc. podría verse como imputado en una causa penal.


EL CONSENTIMIENTO.
Básicamente para que el derecho penal no actúe y no persiga y castigue las prácticas la causa esencial de limitación e incluso de exoneración de responsabilidad es el consentimiento de la victima en someterse a tales actividades. Pero, atención, no en todas las circunstancias.
Este consentimiento ha de ser estrictamente observado. Ha de ser otorgado en unas condiciones muy específicas y determinadas para ser tenido como válido por el derecho. Condiciones de otorgamiento que abarcan dos aspectos: uno relativo a la persona que lo otorga (edad de la misma, salud mental, plena consciencia de sus actos) y otra a lo que ese consentimiento abarca (limites al respecto, esta conducta sí, esta técnica no) si estos son sobrepasados el consentimiento pierde su validez. Consentimiento que en en todo caso desde el punto de vista jurídico-penal ha de ser prestado por la persona que asume el rol de sumiso/esclavo.

Para que pueda hablarse tanto de consentimiento como de dolo (voluntad de acometer una acción u omisión prohibida por el ordenamiento) han de darse dos elementos:
-Elemento volitivo: querer realizar el comportamiento prohibido, por tanto, quedarían excluidos actos instintivos o reflejos.
-Elemento cognitivo: ser capaz de comprender las consecuencias de dicho comportamiento (por tanto, no utilizar palabra de seguridad implica la no existencia de consentimiento, ya que el sujeto pasivo no puede prestar consentimiento sobre acciones determiadas desconociendo a lo que se esta exponiendo)

Dicho consentimiento ha de ser otorgado libremente, de manera espontánea, por una persona que no se halle privada de sus plenas capacidades mentales, en algunos supuestos necesariamente mayor de edad, sin estar sometido a condicionantes externos (como pueden ser intimidaciones, violencia, miedo, viciado, obtenido por engaño, abuso de superioridad y todo aquel condicionante que pueda influir en la libre voluntad de una persona).

Igualmente el consentimiento debe estar presente en todo momento, antes de y durante, una persona es libre en cualquier instante de cambiar de opinión y negar su consentimiento, sea por la razón que fuere, porque no es lo que esperaba, porque no ha aguantado o sencillamente porque no quiere o no le apetece.

El consentimiento viciado, forzado, o indebidamente obtenido, por ejemplo en los delitos de abuso sexual, con obtención del consentimiento prevaliéndose el autor de una situación de superioridad manifiesta (181.3) hace que, pese a contar con el consentimiento del sumiso, la conducta del Dominante por engañosa, no permite su justificación y por lo tanto si es susceptible de castigo.

Existen casos en que el consentimiento sobre el propio cuerpo tiene una relevancia limitada (e incluso nula), así los supuestos de disposición sobre el propio cuerpo o la propia salud, tal y como pueden ser el aborto, las donaciones de órganos, y las mutilaciones (que podría entrar dentro de el ámbito de BDSM).

Igualmente el consentimiento no siempre excluye: los menores o incapaces consentidores de una lesión no impiden que el causante de la misma sea perseguido y se le imponga una pena, tal y como ya veremos más adelante. En estos casos, el consentimiento no se considera tal al entenderse que no se da el elemento cognitivo (el menor o incapaz no es capaz de compreder las consecuencias de sus actos y, por tanto, no puede aceptar de forma libre y consciente).

El consentimiento y el riesgo permitido: para muchos autores los márgenes de riesgo que se aceptan en muy diversas relaciones humanas puede tener relativa trascendencia en cuanto a la existencia de delitos culposos. Existen básicamente dos maneras de cometer un delito "doloso" con plena consciencia de querer algo, o "culposo" cuando el resultado se consigue igual pero sin querer aunque la actitud del sujeto es imperfecta y adolece de defectos (mínima diligencia, cuidado, etc.) que hacen que su actitud también será reprochable. No hay pena sin dolo o imprudencia (5 C.P.). Para valorar la culpa del sujeto podemos decir, a grandes rasgos, que existen dos tipos de diligencia:
-La llamada “lex artis” propia de un oficio profesional (que se aplicaría, por ejemplo, a un médico esté actuando o no por razón de oficio)
-La diligencia de un buen padre de familia: aquella que cualquier persona con sentido común observaría (esta es la que nos interesa)

Como tal no existe, reconocida en nuestro Derecho Penal, una eximente de manera clara y expresa, si bien en el art. 20.7 del C.P. se encuentra la eximente de ejercicio del propio derecho (derecho a disponer de su libertad sexual, su intimidad, su honor, su integridad física). Esta eximente es interpretada por los tribunales de forma muy restrictiva, especialmente en los delitos de lesiones y contra la libertad sexual.


DELITOS CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL.
El consentimiento de la victima en los delitos contra la libertad sexual establece la frontera nada menos que entre la sexualidad libre y el crimen. En una estructura típica que se apoya sobre una relación humana en que la voluntad conforme es totalmente determinante del ámbito de lo punible, pero que a su vez entra en una zona de conductas humanas difícilmente reducible a métodos simplistas, estos problemas tienen que existir.

La libertad sexual abarca un amplísimo campo de conductas que son penadas en diversa medida, que pueden ir desde los cuatro años hasta los doce años, siendo el tipo genérico el del art. 178 El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, con violencia o intimidación, será castigado como culpable de agresión sexual con la pena de prisión de 1 a 4 años y el art. 179 Cuando la agresión sexual consiste en acceso carnal, introducción de objetos o penetración bucal o anal, la pena será de prisión de 6 a 12 años.

Sin embargo, resumiendo, diremos que el elemento común básico es la utilización de la violencia o la intimidación instrumentales al atentado sexual, elemento que deslinda dicha conducta de cualquier otra verificada sin el consentimiento, sin más, de la víctima, y que en ese caso, dará lugar al delito de abuso sexual.

Los delitos de agresión sexual tienen como bien jurídico protegido el libre ejercicio de la sexualidad de la víctima. Por lo tanto el libre consentimiento de ésta excluye los tipos penales que se castigan (acceso carnal por vía vaginal, introducción de objetos y penetración bucal o anal). La violencia o intimidación hacen desaparecer ese consentimiento.

Igualmente dicho consentimiento no existe (y se debe aplicar como mínimo a cualquier tipo de relación D/S-BDSM) y se pena como agravante atendiendo a la edad de la victima, enfermedad o situación, parentesco, etc.

Al margen de ello, y aun mediando consentimiento de la victima, se consideran abusos sexuales, aunque no exista violencia o intimidación, art. 181 (abuso sexual) aquel que se cometan sobre menores de 12 años, personas privadas de sentido o abusando de su trastorno mental, e incluso llega a penarse si el consentimiento para la realización de tales practicas se obtenga prevaliéndose el culpable (el dominante se supone) de una situación de superioridad manifiesta que coarte la libertad de la victima.

Igualmente existen agravantes por razones de parentesco, o por razones de especial vulnerabilidad de la víctima por edad, enfermedad y situación.

También se pena, art. 183, el que interviniendo engaño, cometiere abuso sexual con mayor de 12 años y menor de 16, refiriéndose ese engaño a actitudes o estrategias de seducción que tienen como fin el engañar para conseguir dicho fin, todo ello de la suficiente entidad para provocar error en la víctima.


LESIONES
No creemos necesario mencionar que en el desempeño de los roles de Amos-sumisos algunas de las prácticas mayormente aceptadas supone la aplicación de castigos que llevan aparejados un daño físico para el sumiso-esclavo, un menoscabo en su estado de salud normal (debiendo incluirse tanto los daños físicos como los psíquicos o morales) Todo ello partiendo siempre de la base de que pude irse mas allá de la propia escenificación de los roles y que ese daño realmente exista.

Pues bien, lo que limita la responsabilidad (y, a veces, la excluye evitando que tales comportamientos sean perseguidos y castigados por el Derecho penal) es la existencia del consentimiento del sumiso en que por el dominante se le permita infringir tales castigos.

La realización de multitud de técnicas, pueden llevar aparejadas la aparición de daños físicos en el cuerpo del sumiso, dichos daños, dependiendo de la naturaleza y entidad de los mismos pueden llegar a enmarcarse dentro del tipo penal de las lesiones. Igualmente dependiendo de su gravedad puede tratarse de simples faltas (las marcas dejadas por unos azotes o los daños causados por agujas) o de delitos (de mayor entidad, si el daño causado es excesivo y se necesita un tratamiento medico o quirúrgico para su sanidad).

Hay que distinguir entre primera asistencia médica y tratamiento médico o quirúrgico, ya que todo lo que no implique un tratamiento médico o quirúrgico no se considerará constitutivo del delito penal de lesiones (será únicamente una falta). Todas aquellas acciones del personal facultativo que no sean necesarias para la cura de una dolencia diagnosticada no se considerarán tratamiento médico o quirúrgico. A título de ejemplo, no se considera tratamiento médico los analgésicos ni la medicación preventiva. Sí se considera tratamiento médico una cura de sueño, la receta de antidepresivos, …

Las penas varían considerablemente desde multas o arrestos hasta los tres años de prisión. Señalemos igualmente que las faltas (serian la inmensa mayoría de los daños causados por aplicación de técnicas de dominación) son de carácter-semipúblico, es decir, se necesita denuncia del agraviado (sumiso) para proceder a su persecución y castigo, con lo cual, con el consentimiento de éste y dicho carácter harían imposible su persecución.

Hemos de incidir en un aspecto que puede resultar desconocido para la mayoría, el art. 152 del C.P. señala: El que por imprudencia grave causare alguna de las lesiones previstas en los artículos anteriores. Este artículos excluye expresamente la posibilidad de que el consentimiento del sumiso pueda suplir un daño mayor causado por un actuar negligente del dominante, sin conocimiento de la técnica que va usar, o con total omisión de la diligencia y cautela necesaria para la realización de dichas practicas.

En este caso el consentimiento no impediría un castigo del comportamiento del dominante puesto que su actuar supera incluso los propios limites establecidos por el sumiso.

Igualmente no siempre el consentimiento excluye el castigo: El art. 155 establece que: en los delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento válida, libre, espontánea y expresamente emitido del ofendido, se impondrá la pena inferior en uno o dos grados.

No será valido el consentimiento otorgado por un menor de edad o un incapaz. Como vemos, para supuestos de menores su consentimiento ni tan siquiera sirve para minorar el castigo que se impone al dominante.


DETENCIONES ILEGALES.
Castiga el art. 143 de nuestro código a aquel particular que encerrare a otro o le privase de su libertad, pudiendo imponerse penas desde cuatro a seis años de prisión. Como en el supuesto analizado anteriormente, la voluntad del detenido y encerrado de permitir, libre y conscientemente, su situación, excluye totalmente cualquier posibilidad de tal castigo.

En este mismo sentido el cambio de opinión del retenido, inmovilizado o detenido, en el sentido de poner fin a dicha situación supone una modificación total de su situación y la obligación inmediata de la persona dominante de su puesta en libertad.

Entendemos que entrarían en este apartado las técnicas como el bondage y todas aquellas otras que suponen una inmovilización física del sumiso (potros, jaulas, inmovilizaciones de todo tipo, etc).

Hemos de realizar dos menciones especificas: la figura del rapto que consiste en la privación de la libertad con violencia o intimidación de la víctima y su traslado a otro sitio donde gozar de dicha libertad con miras a disponer sexualmente de su cuerpo en absoluta libertad. Como vemos se aplica igualmente para todos los casos en que la victima no preste su consentimiento.

Un supuesto verdaderamente curioso es el de las facultades de corrección, es decir los castigos físicos y/o corporales que el tutor, padre o responsable puede aplicar sobre sus hijos, pupilos y demás, aun, y esta es la novedad, sin que exista consentimiento por este.

Si dichos castigos se hallan dentro de unos limites asumidos por las sociedad, dichos castigos carecen de sanción penal y están amparados por la legislación civil. Un ejemplo seria el castigo a un menor sin salir de casa.


EXHIBICIONISMO Y PROVOCACIÓN SEXUAL.
En este aspecto podremos enmarcar ciertas practicas BDSM dentro del género de la denominada humillación pública.
Actualmente existe una novedosa regulación respecto a la legislación anterior, ya que se ha suprimido la modalidad de exhibición obscena -modalidad agravada- ante mayores de 16 años sin su consentimiento, castigado en el anterior Código Penal con pena de multa de 180 a 1800 euros.

Sin embargo el art. 185 castiga al que ejecutare o al que hiciere ejecutar a otros actos de exhibición obscena ante menores de edad o incapaces, con pena de multa de 3 a 10 meses.

Resulta paradójico que el C.P. otorgue al mayor de 12 años y menor de 18 capacidad para mantener relaciones sexuales no viciadas por abuso de superioridad o engaño, y sin embargo, se prohíba que puede ser confortado con actos de exhibición obscena.

Entendemos que por exhibición obscena se habla de conductas de contenido objetivamente lúbrico con intencionalidad lasciva, exhibición de genitales, practicas masturbatorias, sexuales, etc., y de entidad lo suficientemente grave para su persecución.
Por lo tanto dichas conductas si son realizadas ante mayores de edad carece de castigo penal, señalando además que se castiga tanto al que la realiza como al que obliga a realizarlas.


DIFUSIÓN DE MATERIAL PORNOGRÁFICO.
Igualmente se pena, art. 186 C.P., al que por cualquier medio directo, difundiere, vendiere o exhibiere material pornográfico entre menores de edad o incapaces, será castigado con la pena de multa de 3 a 10 meses.
Entendemos por material pornográfico tanto objetos (consoladores, muñecas hinchables, bolas chinas, etc. como la mera representación gráfica, escrita o videográfica ) susceptibles de excitar o satisfacer sexualmente a otros. No se trata de proteger el mero tráfico o intercambio, sino que determinadas personas queden excluidas de ellos y puedan distorsionar su proceso de aprendizaje, sin interferencias ni hipotecas futuras sobre el libre y responsable ejercicio de la sexualidad.
Entendemos por lo tanto que la exhibición y la puesta al alcance de cualquiera y de forma indiscriminada del material anteriormente señalado (como puede ser exhibir por internet las fotografías tomadas durante una sesión D/S-BDSM o permitir la estancia en un lugar, real o virtual, de menores de edad donde pueden llevarse a cabo conversaciones susceptibles de despertar ese deseo sexual) se hallan penadas y son perfectamente perseguibles.
Igualmente hemos de señalar que también se puede cometer dichos delitos no sólo si se realiza de forma activa y sino también de forma negligente si, por ejemplo, no se toman todas las medidas necesarias para que en buena lógica no se permita el acceso a menores.


INJURIAS.
Nos encontramos en este supuesto de posibles practicas de humillación privada habituales en Dominación (insultos, vejaciones, etc.).

El artículo 208 del C.P. define la injuria como la acción o expresión que lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentado contra su propia estimación.

Como vemos, el propio tipo penal (donde se define que conducta no es admisible jurídicamente y que por lo tanto merece un reproche consistente en la imposición de una pena a su autor) remarca que el menoscabo ha de significar un ataque a su propia estimación. El permitir por parte del sumiso/exclavo/dominado que el dominante pueda "insultar" y "vejar" a su persona, supone por parte de este una renuncia a su propio derecho de preservar su dignidad.

El honor de una persona es dinámicamente igual para todos los sujetos por cuanto en su esfera de libre actuación todos son portadores de este bien jurídico; pero, a su vez, el honor se traduce en derecho a la diferencia y a la diversidad, por cuanto se haya articulado a la libertad y al pluralismo. Esto viene a significar otra perspectiva de lo dicho anteriormente, lo que para una persona puede ser humillante y vejante para otra no lo es, el honor y la estima de una persona es un derecho absolutamente individual, perfectamente disponible por esta, siempre y cuando se haga, por supuesto, libre y conscientemente.

A mayores éste se configura como un delito privado, es decir solo perseguible a instancia de la persona agraviada, si este considera que ese comportamiento no afecta en absoluto a su honor y dignidad, no es posible que por terceros ajenos a el se puedan iniciar acciones penales tendentes a castigar dicho comportamiento.

El art. 215.3 del C.P. establece que el culpable de injuria quedará exento de responsabilidad criminal mediante el perdón de la persona ofendida por el delito o de su representante legal. Esta es otra manifestación mas de que en lo referente a la absoluta disponibilidad de este derecho por el agraviado.


ATENTADOS GENÉRICOS CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL
Artículo 173 El que infrigiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.

Se consideran trato degradante las condiciones o procedimientos que supongan sufrimientos físicos o psíquicos, o suspensión o disminución de las facultades de conocimiento, discernimiento o decisión. Abarca todas las conductas que, vayan o no dirigidas a doblegar el comportamiento del sujeto pasivo, den lugar a un sentimiento de vejación o de humillación.

El bien jurídico protegido por este tipo es el derecho a la vida y a la integridad física o moral, reconocido por el artículo 15 de la Constitución. Por tanto, siempre que se logre probar que el sujeto activo obraba bajo autorización del sujeto pasivo, no será perseguible.


CUESTIÓN DE PRUEBA
De todo lo que se ha dicho hasta aquí se desprende una idea fundamental: si existe conocimiento y consentimiento del sujeto pasivo, la conducta no será perseguida por los poderes públicos (o, al menos, la responsabilidad del sujeto activo quedará atenuada). Esto es cierto siempre y cuando pueda probarse de forma válida en derecho que conocimiento y consentimiento existieron. En los procedimientos penales, la culpabilidad o inociencia es cuestión de prueba. Esto ha de ser tenido en cuenta siempre. Por tanto, a efectos de imputación penal, lo “sano, seguro y consensuado” ha de ser también probado.


REGULACIÓN DE LA PRACTICA DE RELACIONES BDSM EN CAMPOS AJENOS AL DERECHO PENAL. DERECHO CIVIL.
Como se menciono al principio el derecho también se ocupa de regular comportamientos privados, un ejemplo de ello puede ser las repercusiones que las practicas de determinados comportamientos de BDSM pueden tener en el derecho civil más allá de las eventuales indemnizaciónes por los daños producidos.
Si bien es cierto que nuestra sociedad es cada vez más abierta no lo es menos que sigue poniendo muchísimos reparos, en gran parte por desconocimiento, a ciertos comportamientos sexuales. Esta "desvaloración" de los mismos puede significar perjuicios para los practicantes como por ejemplo, al entrar a determinar la guardia y custodia de menores en procesos de separación o divorcio, que si bien están expresamente prohibidas por el art. 14 de la Constitución Española cuando prohíbe cualquier tipo de discriminación por opinión o cualquier otra condición personal o circunstancia personal o social.
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viernes, 30 de enero de 2009

¿Cómo debería ser un Dominante?


La eterna pregunta para las personas sumisas que exploran por primera vez el mundillo del BDSM, e incluso un íntimo pensamiento de muchos/as Dominantes que se cuestionan qué pueden mejorar de sí mismos/as: ¿Cómo debería de ser un Dominante?

Publico esta traducción, mía, de buen ánimo, sin pretender arañar susceptibilidades ni ofrecer dogmas.

Para muchos/as puede resultar un texto naif y exageradamente emotivo, para otros/as puede ser una clara descripción de las adecuadas actitudes que todo Dominante debería mostrar, y para otros/as... quizá es un onírico planteamiento con visos de absoluta irrealidad.


Sea como sea... aquí va el texto:



Algunas reflexiones personales sobre el modo de vida BDSM y sobre quienes participan de él... lo que sigue es únicamente mi opinión y de ninguna manera es el único camino a seguir. Hay muchas opiniones aparte de la mía, diferentes, por lo que te sugiero consultarlas. Por comodidad voy a usar el pronombre masculino cuando me refiera a una persona dominante, pero debo aclarar que lo que expreso es igual de válido para las Dóminas/Mistress/Dommes/etc. De igual manera usaré el término sumisa, aun cuando me esté refiriendo a un concepto sin género.
¿Resolverá este escrito cómo debe ser un Dominante? La pregunta sólo puede ser contestada individualmente, por las persoans implicadas, incluyendo a la sumisa. Pero esta es mi versión de cómo debería de ser.
Un Dominante debe tener control de sí mismo en primer lugar, él es confidente, cuidadoso, y comprensivo. Él no permitirá que el ego se inmiscuya en el camino del aprendizaje, tanto del suyo como el de su sumisa, sabe amar y cómo apreciar el regalo de la entrega que le ofrecieron.
Cuando el Dominante conoce a una nueva sumisa es amable y no exige ningún ritual de ella. Él no exige respeto, se lo gana, él explora la mente de ella en primer lugar, reconociendo sus puntos fuertes. Él no tratará de seducirla, dado que intentará conocerla como persona primero, construyendo una relación, descubriendo lentamente si puede surgir una sólida entre ambos.
Si Él es un buen Dominante no lo hará para obtener otra sumisa, sino porque es capaz de ser amistoso con alguien sin las trampas de la sexualidad. Él no es un depredador, sino un maestro, dispuesto a transmitir sus conocimientos por poca o ninguna recompensa, únicamente por el placer de saber que puede hacerlo, y la satisfacción de ayudar a alguien a definir su propio camino.
Si llega un momento en el que ella se ofrece a sí misma a Su servicio el Dominante es el primero que le cuestiona sobre su decisión, para pedirle que busque en sí misma y descubra si es realmente lo que ella quiere. Él es el primero en hablar de seguridad, de ofrecer referencias que le avalen, y de animarla a que busque por su cuenta. Él recomienda llamadas de seguridad y públicos encuentros las primeras veces; la seguridad de ella está por encima de todo y lo tiene en mente desde un principio.
Si decide tomar a la sumisa a Su servicio es el primero en hablar de negociaciones, ofreciendo su propia información personal. Él conoce perfectamente el daño que ella puede sufrir en manos equivocadas y busca guiarla y protegerla. No menosprecia sus temores y preocupaciones, porque conoce los riesgos que existen.
Él sabe que Su seguridad depende de la Honestidad, de la comumicación, y también sabe que protegerse a sí mismo es necesario, pero es abierto y honesto al respecto de su vida, gustos, lo que desea. Sabe que ella va a dar un salto de fe y está dispuesto a ayudarla.
Para poseerla sabe que primero debe ganarse su respeto, y para ello debe demostrar que es lo que dice ser: que se preocupa por ella, que empujará sus límites sólo para reforzar sus puntos positivos, que está dispuesto a ofrecer su tiempo para enseñarla como persona en primer lugar, y luego como sumisa. Él sabe el maravilloso regalo que ella le ofrece y está dispuesto a estar a la altura de la confianza que depositan en él.
Para esto Él habla con ella, aprendiendo sus necesidades, deseos y secretos, también ofreciendo los Suyos, incrementando la confianza de ella en sí mismo. Lentamente motivará su maduración como sumisa, hasta que florezca en pura pasión para Él.
Si observa que ella tiene carencias de autoestima hará todo lo posible para demostrarle lo mucho que la respeta y buscará todo el tiempo posible para reforzar su personalidad. Le mostrará lo bella que es para Sus ojos, centrándose en sus virtudes para mostrarle la fortaleza que posee en su interior. Suavemente le hará ver que el regalo de su entrega es maravilloso, el mejor que podría ofrecerle, y hará todo lo posible por conocer su alma, antes de pensar en conocer su cuerpo. En cuanto un Dominante reconoce a su sumisa se establece un vínculo mágico por el cual Él puede sentir los deseos de ella, sus necesidades, sus pasiones. Con este nuevo conocimiento el Dominante es capaz de llevar a su sumisa a nuevas cotas de placer, caminando como uno, juntos, buscando nuevos niveles de amor y complicidad.
Cuando el Dominante acepta a una sumisa a Su servicio acepta también muchas responsabilidades. Él promete guiarla no sólo en la cama, también en su vida. Él promete estar ahí si ella le necesita, para cuidarla, para aliviar su dolor cuando ella está deprimida, confortarla cuando ella está enferma, ayudándola a superar sus temores y preocupaciones, y para abrazarla y amarla cuando necesita afecto.
Él lo hace porque puede, ya que es la compensación al regalo de ella, haciéndolo de buen grado. Él tratará de comprender su mente, la mirada de su alma, porque sólo entonces podrán ser algo más que por separado. Ella es su más preciada posesión y él tratará de demostrar su amor todos los días.
El Dominante no trata de cambiar a Su sumisa en lo que quiere, pero le revela la oportunidad de demostrarle lo que puede llegar a ser para Él. Disfruta demostrándole las virtudes que ya posee, y bajo su guía va orientándola hacia un camino en común, sin afirmar jamás que sólo exista un camino, para convertirla en la mujer que Él sabe que puede llegar a ser.
¿Es este el perfil de un perfecto Dominante? Creo que no. La perfección es algo que todos nos esforzamos por obtener, pero que nunca alcanzamos. Es la lucha por encontrar la perfección lo que crea a un buen Dominante. No existe una única descripción para un buen Dom, del mismo modo que la belleza depende del ojo que observa, sin que haya un punto de vista equivocado, sencillamente diferentes. Todo lo que se puede llegar a afirmar es que un buen Dominante debería tener buenas cualidades, las cuales incluyen la fuerza de ánimo, habilidad, confianza, control, capacidad de aprendizaje, y la claridad mental para reconocerse a sí mismo que también debe crecer. Él debe saber amar, motivar, ser Honorable y caballeroso. Él debe demostrar respeto por las personas de su misma endencia y demostrar a los demás el mismo respeto que desea para sí mismo.
El Dominante debe estar seguro de sí mismo, y saber que eso no se basa en mirar a los demás desde arriba. Debería estar seguro de sus Ideales, pero siendo consciente de que su camino no es el único existente. Él debe permitir que los demás sigan su propio camino, sin importar cómo de diferentes o ridículos sean. Si él es testigo de una equivocación, o de un posible peligro, intentará corregirlo o prevenirlo, pero sin presionar desde su punto de vista, sólo expresando su opinión y ofreciéndose para ayudar si es preciso.
Él conoce la diferencia entre castigo y juego, entre el dolor y la sensación. Nunca abusa de su poder con ira. Nunca exterioriza frustración u hostilidad en una escena. No utiliza el regalo de la entrega para descargar su ira, e intenta aislarse de las preocupaciones cuando tiene a alguien a su merced. Él sabe que para dominar a otras personas debe controlarse a sí mismo.
Puede ejercer su "arte" para ayudar a su sumisa a ser la mujer que siempre ha deseado ser. Él toma el regalo de la sumisión seriamente, sabiendo que no fue ofrecido a ciegas o a la ligera. Siempre recuerda cómo de valioso es ese regalo, qué especial es, qué bello es. De ella ha obtenido algo que no puede exigirse, que ha de ser ofrecido, el regalo de sí misma, su alma, y el Dominante debe mimar ese regalo, como una joya.

La sumisa debe ser firme en sus convicciones. Ella se ofrece libremente al Dominante, conscientemente. Ella ofrece el regalo de su sumisión a cambio de Su amor, conocimientos y protección. Ella obedece porque ella lo ha escogido, no porque haya sido obligada.
Ella viene a él como una mujer, pero habitualmente insegura, buscando un guía, buscando aprender rápido lo que se espera de ella. Con este aprendizaje, y según la forma en la que Él se abre a ella, comienza a ofrecer más de si misma, de su alma, de sus secretos, compartiéndolo mutuamente. No existe una pérdida de poder, nadie le arrebata el control, ella lo ofrece voluntariamente. Esto requiere de un inmenso nivel de confianza, que se va adquiriendo con el buen hacer de su Dominante.
La "Educación" (o Doma) es sólo el proceso de aprendizaje por el cual ella conocerá cómo complacer mejor los deseos de su Dominante. Quizá deba aprender a cómo arrodillarse, cómo referirse a Él, cómo sentarse, etc. Ella aprenderá todas estas cuestiones porque desea hacerlo, para satisfacerle en todo lo posible. Incluso la más infantil de las sumisas desea aprender qué se espera de ella y qué límites existen.
Muchas personas aseguran que el control lo posee únicamente la parte Dominante en la relación, y de alguna manera es así, pero en una relación consensuada el Dominante conserva el control sólo hasta los límites en los que la persona sumisa lo ofrece. Él puede tratar de ampliar el horizonte, dado que para el placer de ambos ella debería ser capaz de caminar más lejos, por duro que sea. Sin embargo ella siempre debe tener el derecho de negarse, de detener una escena, de manifestar su disconformidad. Por lo tanto yo me pregunto... ¿Quién posee el control entonces?
Se dice que las personas sumisas no tienen responsabilidades, que es el Dominante el que las asume por completo. Sin embargo... observándolo con profundidad vemos otra cosa. Muchas de las responsabilidades de una sumisa son tan sutiles que pueden ser pasadas por alto. Ella debe complacerle, ella debe comportarse como Él desee, ella es fiel reflejo de la capacidad de Él, ella debe cuidar Su Honor, de la misma manera que Él la protege a ella.
Ella debe tener Fe y Confianza en su Dom, en el momento que ha demostrado que es digno merecedor. Ella necesita la fuerza de voluntad de Él para no olvidar que actua en pro de su propio beneficio, para crecer como persona y como sumisa, y estar dispuesta a hacerlo sin vergüenza, hasta sus límites, como Él desee. Esto es lo que un Dominante quiere, y lo que ella desea. En modo alguno debe ser una obediencia ciega, es para el mutuo placer.

En ocasiones el Dominante puede llegar a ver que su sumisa puede ir más lejos de lo que él pensaba, y con el uso de las palabras de seguridad puede hacerla navegar por el área peligrosa de los límites. Para estos inicios, en cualquier relación, es importante conocer con claridad cuales son los límites explorables, y cuales no, y tomar esa investigación con calma y prudencia. Es muy aconsejable utilizar una palabra o código de seguridad, para evitar que la confianza se rompa.
El uso de una palabra de seguridad debería ser pactada en cualquier nueva relación en la que la confianza y comprensión aun deben crecer. Con el tiempo, y el mutuo conocimiento, es posible que ambos puedan alcanzar un punto en el cual el Dominane conoce hasta dónde puede llevar física, mental y emocionalmente a su sumisa, sin que resulte un peligro.
La palabra de seguridad es una buena red de seguridad incluso una vez alcanzado este punto, porque un buen Dominante valora el uso de ese código cuando explora un nuevo territorio, aunque se entre ambos ya exista una confianza absoluta. El buen Dominante sabe que no es capaz de leer mentes, por muy bien que conozca a su sumisa.

La sumisa tiene un maravilloso rol para vivir con un Dominante adecuado. Con Él ella podrá crecer emocional y mentalmente hasta donde desee, aprendiendo a amar libre e incondicionalmente, encontrando el verdadero poder en su interior. El Dominante se convierte en el Hombre, disfrutando su honorable papel de Maestro, Poeta, Guerrero y Protector. Ambos, juntos, se embarcan en un viaje que les llevará más allá de convencionales conceptos sociales, traspasando los límites de la sociedad, el tiempo y el Universo.

LordWolf00 1997
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lunes, 26 de enero de 2009

Ciber-relaciones. O cómo encontrar y conservar a un/a Dominante sin morir en el empeño


No se puede negar la evidencia: cada día hay más personas que practican este tipo de relaciones para introducirse en el BDSM o como paso previo para llegar a algo real. Cada persona maneja unos niveles de pragmatismos distintos. Unas son más decididas que otras, algunas tienen vidas que dificultan su libertad en el mundo real, y muchas otras llegan a involucrarse en ciber-relaciones casi sin querer. Chats, foros, webs, blogs, mundos virtuales, etc van ocupando, cada día más, nuestros tiempos de ocio.

Sea como objetivo, como etapa transitoria, o como hábito adquirido, no vienen mal algunas recomendaciones respecto a las ciber-relaciones. En la tolerancia de cada cual anidará el respeto que le otorguemos a los demás sobre su forma de enfocar algo que es excesivamente complejo como para describirlo brevemente.

Es mi traducción de un escrito del año 2004:




Últimamente he visto a muchos de mis amigos/as sumisos/as pasar por momentos difíciles: han tenido mala suerte buscando a su Dom/Domme a través de internet, sitiéndose frustrado con su Dueño/a real e incluso perdiéndolos. Me gustaría compartir mis ideas sobre cómo encontrar y conservar a un/a Dominante a través de un medio tan 'a ciegas' como internet basándome en lo que he comprendido a través de mis propias experiencias, observando las experiencias de los demás y desde la observación y aprendizaje de mi Mistress, Lady Cauchemar.
Nota: Esta es mi propia opinión, no necesariamente la de mi Mistress. Y sin duda existe más de una manera de acercarse a este asunto; esta es la que personalmente creo que es más eficaz. Estos comentarios están enfocados, principalmente, a las personas novatas que buscan a alguien por internet para una relación seria con un Dominante. Si sólo estás interesado/a en una ciber-charla de quince minutos no es necesario que sigas leyendo.

1.- ¡No seas una plaga! Un retorcido pensamiento parece recorrer la mente de algunas personas sumisas: "Quiero la atención de esa persona dominante, por lo tanto voy a gimotear, rogar y a engatusar como un/a crío/a hasta que consiga que esté por mí y obtenga lo que yo quiero". Esto no es exactamente una actitud sumisa, es infantil. La mejor manera de conocer a un Dom/Domme es la misma que si los conocieras en la vida real: hay que buscar una conversación con ellos que les resulte motivante. Puedes encontrar algo que comentar: "Admiro su perfil en tal web" o "He leido cosas sobre usted y me han llamado mucho la atención". Intenta enganchar a la persona con una estimulante conversación sin caer en el la ordinariez de una charla puramente sexual, y, de vez en cuando, cuenta algo sobre tí, algo que muestre tu actitud sumisa. Coquetea con esa persona. Procura causar una buena primera impresión.

2.- Se claro/a sobre tus intereses, necesidades y límites. El BDSM es como una escala progresiva, contínua, casi todo el mundo ha pasado, o pasa, por las mismas estapas. Probablemente tengas una definida idea de qué buscas en la otra persona y en la relación. Si la relación ha ido creciendo llegará un determinado momento en el que tendrás que compartir esas cuestiones con la otra persona, conociendo las suyas: "Esto me gusta", "Esto me disgusta", "Nunca haré esto". Si bien no es necesario que las coincidencias sean exactas en todos los aspectos sí es importante que existan cuantos más puntos en común mejor. Lo más probable es que la persona Dominante te haga preguntas concretas en un largo cuestionario sobre actividades y preferencias BDSM, preguntándote tu nivel de interés y aceptación en cada área. Es tedioso, pero muy útil, y deberías incluir comentarios en los que resumieras tus intereses.

3.- Se receptivo/a y explícito/a. Ok, has persuadido a un/a Dominante a iniciar algo contigo y estáis charlando sobre una escena o sobre una fantasía en concreto. Ahora debes impresionarle con tus reacciones, tus "movimientos", tu actitud, tu inteligencia, tu sensualidad. Demasiado a menudo las escenas que se describen acaban siendo descripciones clínicas de diversas actividades, o repeticiones usando un lenguaje soez. Un experimentado Dom/Domme busca algo más. Para sacar el mayor provecho de una situación así intenta imaginarte físicamente en la situación de la que habláis. Presta atención a tus cinco sentidos: tus sensaciones con los azotes, el olor de las prendas de cuero, el sonido de tu Dominante en la habitación, la luz a través de la venda que nubla tu ojos, el sabor del consolador que te han ordenado tener en tu boca. Si estáis recreando y charlando sobre una ficción es para observar vuestras mutuas reacciones y comportamientos, como un performance. Tómatelo con seriedad.

4.- No seas excesivamente exigente. Sí, todos tenemos nuestras preferencias y hasta fetiches. En nuestras fantasías nos gusta 'X' y que vaya antes de 'Z', habitualmente. Pero ahora interactuas con otra persona, que es la que toma las decisiones. Como persona sumisa tienes el derecho y la responsabilidad de ceder el control al Dominante, y la mayoría de ellos no van a consentirte que, incluso en una escena de fantasía, intentes dominar desde abajo.

5.- Establecer una palabra de seguridad. En los juegos de BDSM en la vida real es algo muy recomendable, y parece algo ridículo que también la utilices en una relación online porque, después de todo, lo único que estás haciendo es escribir, nada puede dañarte físicamente. Sin embargo puedes resultar muy lastimado/a emocionalmente por las palabras que vayas leyendo en la pantalla, no menosprecies el efecto que alguien puede causar en tí a distancia. Un buen sistema es usar un código de colores, para ir mostrando tu nivel de incomodidad: Rojo para un inmediato stop, amarillo para un 'atención, me estoy poniendo muy nervioso/a' y verde para 'todo va estupendamente' (este último código es ideal para poder jugar con seguridad a los juegos de negación, en los cuales dices justo lo contrario de lo que piensas o deseas).

6.- Espera ser liderado/a, educado/a, motivado/a. La sumisión es un viaje. Puedes ir viendo que tus intereses van coincidiendo con los de tu Dom/Domme, sin embargo debes esperar que te lleven a nuevos ámbitos, para relajar tus límites y complacerle de mejor manera. Tu objetivo en la sumisión es crecer en tu sumisión. Ampliar tus horizontes, por supuesto, requiere comunicación y confianza. Deja que tu Dom/Domme sepa cómo vas respondiendo, honestamente y con franqueza, y que conozca si te está llevando a territorios a los cuales no estás preparado/a o dispuesto/a a ir.

7.- Se una persona. La tentación de asumir distintas personalidades en un mundo online es grande, e incluso puede ser un buen ejercicio para alguien que está explorando distintas partes de sí mismo/a. Sin embargo he visto una gran cantidad de abusos y el dolor que se produce como resultado de las personas que usan distintas personalidades. Algunas gentes utilizan otras identidades para engañar, a fin de evitar el compromiso, y para jugar con la mente de alguien. Nunca se llega a algo positivo, para ninguna de las partes implicadas.

8.- Estableces las normas con claridad. Es posible que hayas llegado al mundo online con la pretensión de encontrar algo rápido y sin esfuerzos, y te habrás encontrado que la sumisión puede ser mucho más exigente que la mayoría de las relaciones de la vida real. Dependiendo del deseo de tu Dom/Domme puedes no tener el derecho de ciberjugar con otras personas. Si estás entrando en una etapa más formal en la relación con tu Dominante, como por ejemplo un período de prueba o relación de compromiso, asegúrate de que has convenido con él/ella cuáles son las reglas. Algunos Dominantes no te permitirán "jugar" con otros mientras ellos no estén allí para supervisar. Otros ponen a su persoan sumisa en períodos de prueba en los que es obligatorio "servir" a quien lo solicite. Sea cual sea la circunstancia asegurate de conocer las normas, y los posibles castigos por romperlas.

9.- Se leal. Es muy fácil, al ser una relación no física, romper las normas tantas veces como quieras, y ocultar lo que te deje en mal lugar después de haber sido "travieso/a". Una actitud así tampoco va a llevarte a ningún lugar positivo, no lo hagas. Vas a perder el respeto a tu sumisión, y vas a perderle el respeto a la persona en la cual la focalizas. Te vas a perder el respeto a tí mismo/a y vas a limitar tu viaje a pequeñas excursiones sin sentido.

10.- Conocer los juguetes. Si no tienes experiencia en la vida real realiza alguna investigación para ponerte al día sobre los jueguetes y aparatos más frecuentes en el BDSM. Visita un sex-shop o una tienda especializada. Toca el cuero, huélelo, imagina cómo esos objetos te harán sentir cuando se usen en tí. Puedes representar escenas imaginarias con mucha más riqueza en tus emociones y reacciones si tienes datos respecto a los objetos que se suelen utilizar.

11.- Dedica todo el tiempo que necesites antes de aceptar un collar. No por ser virtuales pesan menos que uno real, ni significan menos compromiso, si te los tomas seriamente. Explora a tu Dominante fuera de los aspectos BDSM, dedica horas a simples y amigables charlas. Ten la seguridad de que es esa persoan la que querrías en tu vida real.

12.- No esperes que tu Dominante te resuelva todos tus problemas. Las relaciones de D/s y BDSM tienden a crear una intensa dependencia de la persona sumisa respecto a tu Dominante, pero no permitas que sea excesiva. Tu Dominante estará pendiente de tí, pero no le va a resultar agradable que sea siempre tu paño de lágrimas, o que le acoses continuamente con tus problemas. Las relaciones BDSM pueden ser terapeuticas, pero en última instancia tu Dominante no es un psicólogo ni un dios.

13.- No seas un felpudo (no consientas irreflexivos abusos). Seamos realistas: hay un montón de falsos dominantes por la red. Cualquier persona con un ordenador y una conexión a internet, tenga la edad que tenga, puede presentarse como un Dom/Domme. El anonimato en internet tiende a favorecer a los mentirosos y a los depredadores. Hay muchísimos Dominantes en los mundos online que jamás serían aceptados en el mundo real del BDSM. No te conviertas en víctima de esos individuos. No permitas que alguien te use y abuse de una manera que no sea satisfactoria para ambos. No permitas que vayan más allá de tus límites y que te hagan sentir mal. Tu sumisón es un regalo que se ofrece por consenso. Tu Dom/Domme debe apreciarlo. Si no es así, si no te sientes cómodo/a, si estás insatisfecho/a... tienes el derecho de romper la relación.

14.- Asegúrate de que tus necesidades son cubiertas. Esta es la segunda mitad de la última norma. Necesitas determinar cuáles son tus necesidades (amor, sexo, atención, compañía, uso, tiempo, etc) y comprobar que están siendo satisfechas con tu Dominante. Sin embargo se también realista: ninguna relación es perfecta. Focalíizate en lo importante. Por ejemplo: Tu puedes estar online 4 horas al día, pero tu Dominante sólo 4 horas a la semana, en poco tiempo vas a sentirte solo/a e insatisfecho. Charla con él/ella de igual a igual y busca una solución aceptable. No tengas miedo en cortar la relación si no estás obteniendo lo que te hace feliz.

15.- Coloca la vida real ante todo. Esta es la regla número uno de mi Ama. El encanto y seducción de la vida online es, en ocasiones, irresistible. Es adictivo y divertido. Es muy sencillo que se nos escape de las manos. Pero la vida real es lo único realmente importante. He oído historias terribles de personas que han perdido sus trabajos o el cariño de sus familias y amistades por dedicar muchas horas al día en estar en webs, foros, mundos virtuales y chats. Nada es peor que esto. A veces, después de pasar la noche escribiendo con mi Ama, charlando, nuestras almas se han unido a través de un fino pulso electrónico, y al despedirnos voy a un pequeño jardín cerca de mi casa. La brisa fluye entre los árboles, haciendo que cada hoja se mueva, y me recuerda lo enriquecedor que es el mundo real.

-bix 7 de enero 2004-
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jueves, 22 de enero de 2009

Promesa a una sumisa


No seré yo quien afirme categóricamente que para disfrutar de la D/s o del BDSM deben existir fuertes lazos emocionales entre las personas involucradas, pero igual de obvio es que cuando se comparten sentimientos, en altas dosis de complicidad, la comunión de cuerpos, mentes y almas es extraordinaria, y provoca mucha más satisfacción y placer.

Los Dominantes también tenemos corazoncito (o eso dicen), y ojalá todos, hasta los más duros y graves, sintiéramos la necesidad de recitar esta promesa, al menos una vez en la vida, a alguien especial. Y para quienes el texto pueda parecer excesivamente meloso y complaciente... al menos que puedan leer la mayor parte de estas líneas en nuestras miradas y actos.

Gracias a TautLine; yo os ofrezco la traducción:


Estoy delante de ti. Mis ojos, llenos de compasión y cariño, te miran mientras te pones de rodillas.

Me has ofrecido voluntariamente tu mente, tu cuerpo, tus emociones y tu alma. Y por todo ello Yo te prometo lo siguiente:

•Te apreciaré no sólo como Mi sumisa, también como la mujer que eres: cálida, inteligente, comprensible y sensible.

•Nunca te haré daño intencionalmente, y aunque Yo sé que no soy perfecto voy a tratar de actuar sabiamente en todas las cosas.

•Si me equivoco rectificaré Mi error y te pediré disculpas.

•Voy a luchar continuamente para guiarte y enseñarte, para ayudarte y para apoyarte, en los momentos difíciles, que preceden al crecimiento.

•Voy a ser paciente, según vas creciendo, a sabiendas de que todas las cosas necesitan tiempo y conociendo que los cambios no se producen fácilmente. Pero incluso en Mi paciencia voy a impulsarte constantemente hacia delante, sin permitirte caer. Y si en algo dudas allí estaré para cogerte, sujetarte, y volverte a poner en el buen camino.

•Si pierdo Mi templanza volveré sobre Mis pasos para recuperar el control y hacer frente a lo ocurrido. No actuaré de manera irracional o apresuradamente, siempre tendrás la oportunidad de explicar lo que ha ocurrido antes de que Yo decida lo que deba hacerse, y Mis acciones siempre se basarán en corregirte, no en castigarte.

•Te construiré y te edificaré, aun cuando no sea fácil para Mí, mostrando tanto Mis fortalezas como Mis debilidades. Nunca tendrás miedo de Mí, porque no olvidaré tu humanidad y siempre honraré el regalo que Me has entregado.

•Nunca usaré Mi dominación con prepotencia. Tu eres sumisa, Yo soy Dominante, somos las dos caras de la misma moneda, que sólo tiene valor si permanecemos juntos.

•Serás para Mí un preciado tesoro, porque se perfectamente que sin tí sólo tengo un insatisfecho deseo.

•Por último, Mi amor, te prometo que te amaré y cuidaré; tu eres Mía, pero yo no soy menos tuyo.

•Esto es lo que siempre hemos buscado, el uno en el otro.

-TautLine -1999-
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Juegos con sangre


Más documentos con carácter informativo. En este caso un asunto que crea siempre controversia: los juegos con sangre. Zona límite para mucha gente y fantasía recurrente para algunas personas. He aquí mi traducción de este texto de Rose Vergara, experimentada Dómina de USA.
Sin entrar a valorar esta práctica, que merece el mismo respeto que cualquier otra, espero que provoque más interés (y quizá alguna positiva respuesta) antes que los consabidos, y censurables, públicos rechazos cuando algo no encaja en nuestro abanico de preferencias.
Y recuerdo lo de siempre: en las traducciones que realizo siempre cometo algunos conscientes errores ortográficos. Básicamente para saber quienes se aprovechan del tiempo ajeno con un facilón copy/paste.

Al lío:


-por Rose Vergara-

Los juegos con sangre abarcan muchas escenas: abrasión, arañazos, cortes, piercings temporales o permanentes, sanguijuelas, donaciones y vampirismo, por ejemplo. Vamos a tratar con cada uno individualmente a medida que avancemos.

La sangre es la esencia de la vida. La sangre es peligrosa. La sangre es emocionante y aterradora al mismo tiempo. Jugar con sangre requiere una increíble cantidad de confianza, cuidado, comprensión y tiempo entre los participantes. Cuando una persona sumisa me deja llegar a un lugar en el que nunca antes estuvo, a su verdadera esencia, simboliza la confianza que tiene en mí. Esto me llena de orgullo y de lujuria, y alcanzar una especie de supranivel que otros juegos SM no tienen. El juego con sangre es una auténtica relación entre los participantes. Está más allá del dolor y del placer.

Cuando llegué por primera vez al SM, hace 12 años, nunca tuve relación con los juegos con sangre. Bueno, esto fue antes de presenciar una escena que incluía ese juego. Ocurrió en Houston, en el National Leather Association, asistiendo a un evento cuando yo era sumisa. Había una larga fila de gente esperando para que el Dr. Drac, un entusiasta de los juegos con sangre, les realizara extracciones. Los asistentes, a medida que él la extraía y la vertía en viales, se los colgaban del cuello. Yo estaba fascinada y horrorizada. Dos amigas mías le ayudaban. Les dije que el espectáculo me había excitado, pero que no me veía preparada para una punción en vena. Obteniendo permiso de mi Dom los tres me realizaron una pequeña incisión en mis pechos. ¡Sangraron de una manera preciosa!. Mi Dom (con el cual mantenía una relación monógama en cuanto a fluidos corporales) reunió la sangre que brotaba de mi piel y la probó. En ese momento tuve un orgasmo espontáneo y he adorado los juegos con sangre desde entonces.

Jugar con sangre requiere unas impecables y precisas normas de seguridad. Adoro a mis parejas, pero no estoy dispuesta a morir por amor. El virus del VIH sigue siendo mortal. La hepatitis es casi invulnerable y representa la peor amenaza y riesgo. Para evitar infecciones hay varios pasos que hay que tomar antes, y durante, cualquier actividad con sangre.

Un maletín para juegos con sangre debería contener los siguientes elementos básicos: guantes, jabón antibacteriano y/o toallitas, alcohol, Betadine, peróxido, antibiotico de uso tópico, apósito líquido o en spray, papel absorvente (clinex o de cocina), gasas, vendas, algodón, tiritas, cinta adhesiva, toallas, y telas o lonas. Puedes comprar manteles de plástico por muy poco dinero, a fin de evitar salpicaduras en alfombras, suelos y mobiliario de la escena. Finalmente necesitarás un contenedor de objetos punzantes/cortantes, los cuales se suelen poder comprar en Farmacias. Cada país tiene leyes distintas en cuanto a la regulación y eliminación de residuos y material sanitarios. Una simple botella de plástico puede servir como contenedor; coloca en ella todo el material usado (incluyendo jeringuillas, algodones, envolturas, etc).

Los juguetes y complementos para los juegos con sangre deben estar lo más libre de gérmenes posible. Nada va a poder estar totalmente estéril fuera del ámbito de un hospital, pero debemos procurar alcanzar el mayor nivel de desinfección que podamos. El material de acero reutilizable debe esterilizarse en un autoclave después de cada uso. Si no dispones de un autoclave hazte con algún otro método de esterilización química o calorífica en una Farmacia. Los productos antibacterianos son recomendables para limpiar todo lo manchado con sangre.

Una vez que tu y la persona sumisa a tu cargo habéis acordado intentar los juegos con sangre, en cualquier aspecto, hay que seguir una serie de procedimientos para evitar infecciones. Si vas a realizar cortes, piercings, abrasiones, derramamiento de sangre o usar sanguijuelas debes seguir el listado completo:
1. Asegúrate de que el lugar donde se realizará la escena está bien iluminado.
2. Asegúrate de poder moverte por la estancia con la suficiente comodidad, sin ser fácilmente empujado por otras personas cercanas.
3. Coloca a tu sumiso/a en una postura cómoda, ya sea limitada o no, dependiendo de tus preferencias y su tendencia a moverse.
4. Asegúrate de tener las manos bien limpias.
5. Usa dos pares de guantes.
6. Si la persona sumisa está sudada o sucia limpia el área de la piel en la que vas a centrarte con abundante jabón antibacteriano.
7. Vierte una pequeña cantidad de Betadine en una torunda de algodón, o en una gasa, y realiza movimientos circulares, limpiando el área de la piel. Si la persona es alérgica al Betadine usa un sustituto de baja alergenia. Repite este proceso las veces necesarias, según la extensión del área que te interese.
8. De la misma manera usa alcohol en el área que acabas de limpiar y desinfectar.
9. Debido a la ansiedad que estos momentos previos pueden provocar a la persona sumisa recuérdale que debe respirar (algunas lo olvidan). Si realizan respiraciones profundas y pausadas podrán eludir la sensación de miedo, relajarse, e incluso ayuda a alcanzar estados de trance semejantes al sub-space.
10. Muchas personas sumisas pueden manifestarse angustiadas y preocupadas por lo que va a ocurrir. Esfuérzate en mostrarte atento/a y cuidadoso/a, en manifestar cómo de importante es esa persona para tí y cuánto valoras el acto de sumisión que te ofrece.
11. Asegúrate de no salpicar sangre por la estancia o permitir que caigan gotas si estás en un lugar público. Y, si ocurre, limpia inmediatamente lo manchado.

El Aftercare es extremadamente importante cuando jugamos con sangre. Sigue estos pasos:
1. Cuando estés preparado/a para finalizar la escena debes cortar cualquier hemorragia. La simple presión aplicada con una gasa o torunda de algodón suele servir para ese propósito en la mayoría de ocasiones. Para aquellos que también juegan con fuego hay que recordar que la piel debe ser cauterizada (pero esto es un tema aparte). Si la hemorragia persiste, pero no supone un riesgo, un apósito líquido o en spray sobre la herida puede solventar la situación.
2. Limpia la zona con toallitas antibacterias, alcohol (que se suma a la intensidad de la escena por el picor que produce) o peroxido. Si no deseas cicatrices no olvides aplicar algún producto que ayude a la cicatrización, y cubrir con una gasa o vendaje.
3. Nunca golpees con un látigo o vara, o azotes partes del cuerpo que estén sangrando. Ni siquiera de manera suave. Vas a salpicar el lugar en el que te encuentres y, quizá, a provocar una hemorragia mayor y fuera de control.
4. Todas las personas sumisas necesitan ser mimadas y adoradas después de haber participado en un juego así. Concédeles todo el tiempo necesario para esta emotiva parte de la escena.
5. Es muy frecuente que después sientan frío si el juego ha sido fuerte. No olvides estar preparado/a para solventar esta cuestión.
6. Algunas personas sumisas padecen un subidón de adrenalina/endorfinas muy elevado. No le permitas levantarse o caminar hasta que no te asegures de que no van a sufrir un mareo o una pérdida de conocimiento. Si lo sufre sigue las indicaciones de primeros auxilios (que ya deberías conocer).

Ahora ya estás listo/a para dar el paso hacia el área de la espiritualidad y emotividad de los juegos con sangre. ¿Cual es el adecuado para tí? Examinemos las diversidades:

Abrasión: Mucha gente practican este juego sin saber que es un juego con sangre. Frecuentemente usamos nuestras uñas, cepillos para el pelo y otros objetos para irritar y arañar la piel de la persona sumisa. Generalmente no es la intención del Dom/me provocar derramamiento de sangre, pero es algo que puede llegar a ocurrir. Entre mis juguetes para la abrasión figuran limas de uñas, papel de lija, un rallador de metal, un pelahortalizas, cerámica áspera, distintos tipos de tenedores, cuchillos, varios pinchos de madera y metal, varios pinceles y hasta un cepillo para limpiar caballos. Todo lo que arañe y raspe la ofrecida piel puede servir.

Arañazos: Obviamente esta es una forma de abrasión al fin y al cabo, y todos los objetos antes mencionados también pueden aplicarse aquí. Sin embargo, el punto más morboso de los arañazos, es realizarlos con las uñas. Es practicamente imposible realizarlos llevando guantes, pero sí es fácil arañar hasta provocar pequeñas hemorragias. Recuerda: la piel y la sangre va a quedar bajo tus uñas, por lo tanto no escatimes las medidas higiénicas.

Sanguijuelas: Las sanguijuelas se han usado a lo largo de la Historia como herramienta médica. Pueden obtenerse aun en determinados lugares, con garantías de higiene. Para aquellos que les guste jugar fuerte pueden usarse para dejarse chupar un pecho, un muslo, la bolsa testicular u otro íntimo lugar. Eso sí, una vez usadas hay que destruirlas.

Cortes: Muchas personas sumisas adoran ser marcadas por sus Dom/mes. Dado que no todos somos artistas del tatuaje, o especialistas en modificación corporal, cortar es una manera mediante la cual un propietario puede dejar su marca personal en alguien.
Además de los objetos habituales, si vas a practicar una escena de cortes, necesitarás otros objetos adicionales en tu maletín, como los bisturíes de hojas desechables (para la mayoría de cortes las hojas rectas con buenas, pero las curvas también ofrecen mucho juego). No es aconsejable reutilizarlos, dado que fácilmente pierden el filo, y en esas circunstancias provocan dolor sin conseguir efectividad. Si decides usar un cuchillo no deberías utilizarlo después para otros menesteres. Yo, por ejemplo, sólo uso los cuchillos como sensual herramienta para amedrentar, nunca para provocar cortes.
También vas a necesitar grandes gasas estériles para cubrir los cortes y evitar infecciones. Existen productos que se adhieren a la piel y son resistentes al agua, pero estéticamente restan la belleza de ver sangrar una herida.
Si vas a realizar escarificaciones (cicatrices) quizá tambíen quieras tener la ceniza de un puro o tinta para tatuajes. Esto irrita la piel y provoca mejores cicatrices. En ocasiones un diseño necesita volver a ser cortado, pero esto ya depende de la naturaleza de la piel del sujeto y de su capacidad de cicatrización.
Algunas personas tienen un símbolo o marca especial, un animal fetiche u otros diseños que desean tener en la piel mediante cortes o cicatrices. Debido a que no soy una gran artista del dibujo suelo llevar en mi maletín ciertos diseños en papel de arroz y un sencillo pincel para dibujar o rotulador. Así puedo copiar lo que deseo sobre la piel.

El procedimiento para realizar los cortes es simple, pero no es recomendable intentarlo a solas las primeras veces. Pregunta a alguien con provada habilidad en este tema, para ayudarte o monitorizarte. Las líneas rectas son las más fáciles; las curvas pueden ser una pesadilla. Es aconsejable que las líneas de los cortes no se crucen, porque no siempre conseguiremos la misma profundidad en el corte. Practicar con naranjas es un buen método. No tengas interés en provocar cortes profundos inmediatamente, es preferible un corte superficial, del que emane pequeñas cantidades de sangre pasados unos segundos. Y ten cuidado dónde cortas; yo tengo una fea marca donde antes me realizaron un corte profundo, el cual no desapareció del todo hasta pasados dos años.

Si deseas hacer el corte permanente aplica la ceniza de un puro o tinta para tatuajes en la herida, y cúbrela. Tendrá un aspecto sucio, pero irá mejorando a partir de las 24 horas. Para conseguir resultados límpios y precisos, una permanente escarificación, necesitaras dar sucesivos cortes varias veces, pero asegurate que entre sesión y sesión los anteriores cortes han sanado.

Temporales o permanentes piercings: Voy a tratar el tema de los permanentes con ligereza. Yo no me veo capaz de modificar hasta ese nivel el cuerpo de otra persona. Mi consejo es que acudas a un especialista.
Los temporales son excitantes y bellos. El proceso consiste en la suave inserción de agujas en, y a través, de las capas superficiales de la piel del sujeto. El cuerpo humano puede tener un piercing en prácticamente cualquier zona con suficiente piel, si no toca un hueso. Alrededor de los ojos es una zona muy peligrosa. Deja eso para expertos.
El procedimiento es fácil de aprender pero, al igual que con el corte, es preferible tener un mentor la primera vez. Pellizca un poco la piel entre los dedos pulgar e índice (es mi método preferido, aunque otras personas prefieren tensar la piel). Asegúrate que el bisel de la aguja está encarado hacia tí. Pídele a la persona sumisa que mantenga la respiración y empuja de manera decidida y continuada la aguja a través de la piel (no olvides que manará sangre). Si puedes ver la aguja a través de la piel es que no has profundizado lo suficiente, pero conseguir la profundidad justa dependerá de si se puede repetir el proceso de nuevo. Si todo ha salido satisfactoriamente coloca un corcho en el extremo de la aguja.
Retirar el piercing temporal es sencillo: retira el tapón y deséchalo. Estira de la carne ligeramente y tira suavemente de la aguja, la cual debes desechar también al haberla extraído del todo. Es muy probable que ambas perforaciones sangren. Si decides jugar con ese momento aprovéchalo, con la precaución debida.

Donación de sangre: Es una manera extrema de juegos con sangre, que jamás deben de practicarse a solas (salvo si el Dom/me es un profesional sanitario). Cualquiera que haya donado sangre o se haya hecho un análisis sanguíneo ha participado de alguna manera de un juego con sangre. La donación de sangre puede realizarse de varias maneras, pero usualmente implica una punción en una vena. Yo no me siento capacitada para llevar a cabo juegos así, por lo tanto siempre recomiendo dejarse asistir por personal sanitario cualificado.
Una manera más suave del juego de las donaciones de sangre es el uso de lancetas. Las lancetas están muy afiladas, tienen una pequeña aguja y un mango con plástico para sujetarlas. Algunas personas consideran a las lancetas como piercings temporales. La técnica es simple: pinchar con ellas la zona de piel que se desee. En mi opinión son más dolorosas que las agujas para piercings, y frecuentemente sorprenden al sujeto. Inmediatamente provocan una hemorragia, por lo tanto presta especial atención.

El vampirismo tiene muchas facetas. Algunas personas consideran que cualquiera de los que practicamos los juegos con sangre tenemos algo de vampiros. El modo estremo, por supuesto, es beber la sangre. No es bueno beber mucha, sólo unos sorbos, de verdad. Incluso para los que adoren el sabor puede provocarles un vómito. En algunas tiendas góticas venden fundas para los dedos, que pueden dejar marcas similares a las de un mordisco de vampiro y provocar las dos ansiadas punciones con sangre.

Algunos acupuntores usan un pequeño martillo de mango flexible, en cuya cabeza hay multitud de diminutas y afiladas agujas. Hasta este punto podemos llegar a experimentar juegos con sangre sin ser realmente conscientes.

Existen otras muchas variaciones de los juegos con sangre, pero estas son las más frecuentes. De ellos he obtenido mis más gratificantes y sensuales placeres, y espero que los encuentres tan fascinantes y emocionantes como yo.
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El Aftercare

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